​E​L RIESGO DE ADICCIONES EN LOS TRABAJADORES

junio 18, 2018
Un especialista en prevención laboral advierte sobre la subida de estas patologías. Destaca que las empresas deben comenzar a prevenir y a desarrollar programas de reinserción.

Fuente: Josefina Edelstein. www.lavoz.com.ar

Las adicciones preocupan en el ámbito laboral cada vez más, tanto por las consecuencias en las personas que consumen sustancias como por los efectos que tienen en el trabajo.

Los principales problemas son tres: quienes consumen disminuyen su productividad en la empresa; se reduce el presentismo y la disponibilidad de personal; y lo más grave, baja la seguridad en tanto aumentan los accidentes laborales, hasta casos que terminan en la muerte de un empleado.

En los lugares de trabajo hay, en promedio, un 70 por ciento del personal “que está sano respecto del consumo de sustancias y hay una probabilidad de que el 18 por ciento de los trabajadores esté en riesgo”, dijo Ernesto González, director del Centro Argentino de Prevención Laboral en Adicciones, quien dio una charla de concientización y prevención a los empleados de la planta cordobesa de Holcim, en el marco de los días de Salud y Seguridad.

La cornisa peligrosa se plantea para quienes consumen bastante alcohol o cualquier otra sustancia durante los fines de semana; luego pasan a consumir de lunes a viernes, y ya no sólo alcohol, sino que suman cualquier otra droga.

En la Argentina, según el informe de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) de 2017, las sustancias legales e ilícitas que más se usaron alguna vez en la vida son: alcohol, 81 por ciento; tabaco, 51,3 por ciento; y marihuana, 17,4 por ciento. Les siguen los analgésicos opiáceos sin prescripción médica en un porcentaje del 6,2, y el consumo de cocaína con 5,3 por ciento.

Sin embargo, en muchos lugares de trabajo están atentos al aumento del consumo psicofármacos “y de esto no se habla mucho y es un tema serio”, puntualizó.

“Los psicofármacos no recetados están en el botiquín familiar y se usan como caramelos. Esto trae problemas a la larga o a la corta”, advirtió.

Si bien hay muchos factores que pueden disparar el consumo de sustancias, “el estrés es uno de los más importantes, y muchas veces lo provoca el trabajo”, dijo el especialista.

Sobre este punto, describió que “vivimos en la sociedad del consumo, del ‘todo pronto’, del ‘ahora’ y del ‘ya’. Por lo tanto, es difícil soportar la frustración”.

Consultado sobre estadísticas de trabajadores argentinos que tengan algún tipo de adicción, el especialista indicó: “Se habla en Latinoamérica de un 3 por ciento, pero en la Argentina, de las empresas en las que tenemos experiencia, no superan el 0,8 por ciento”.

Explica que este bajo porcentaje se debe a que en los lugares de trabajo “prácticamente se conocen entre todos” y que, como siempre hay una jefatura o supervisión, “cuando aparecen los síntomas del consumo de sustancias, se nota enseguida”.

Si además en la empresa existe un programa de prevención de adicciones y el problema es serio, “se envía a tratamiento al trabajador y se hace un seguimiento”.

Por ley, los tratamientos están cubiertos por la obra social o por la prestadora de salud prepaga.

“La Superintendencia de Riesgos del Trabajo establece que la medicina laboral debe atender las enfermedades inculpables –en las que entran las adicciones–, debe orientar a los trabajadores. También está obligada a dar en el año una serie de capacitaciones sobre VIH, estrés y adicciones, entre otras”, detalló González.

En este sentido, el especialista subraya que el lugar de trabajo no es el indicado para realizar un tratamiento: “Lo que se espera es que haya políticas en la empresa de cuidado y protección de sus recursos humanos que prevengan las adicciones y, sobre todo, que eviten que se hagan crónicas”.

Según el especialista, “en general, los tratamientos son ambulatorios y hay empresas que desarrollan programas de reinserción laboral, y cuando el trabajador se recupera es muy eficiente porque está agradecido”.

¿Cómo ayudo?

La pregunta más frecuente que recibe González en sus charlas es cómo ayudar a un compañero que está con un problema de adicción.

“Hoy, en las empresas que cuentan con programas de sensibilización, de concientización y de rápida derivación a tratamiento, se busca que el compañero que advierte el problema se acerque al departamento de salud de esa compañía”.

Y acota: “Antes se consideraba un ‘buchón’ al que iba y lo decía, pero el cambio actual se debe a la tarea de prevención y salud ocupacional”.

Esa ayuda requiere también el cuidado de la confidencialidad para evitar la estigmatización.

“Todavía en la Argentina, como en otros países, la adicción es una enfermedad vergonzante. Además, una empresa no puede expresarlo porque le juega en contra en cuanto a lo que produce”, señaló González.

Por otra parte, indicó que “los problemas de salud mental van aumentando y que van a tener impacto en los trabajadores”. Por lo tanto, es algo en lo que las áreas de salud ocupacional también tienen que tomar cartas en el asunto.

Ansiedad, angustia y depresión son los principales problemas psíquicos y “muchas veces son la causa de las adicciones”, finalizó.

Tolerancia 

¿Cómo se puede saber si uno está abusando del tabaco, del alcohol o de cualquier otra sustancia?

El abuso de drogas legales y prohibidas va de la mano del síndrome de tolerancia, por el cual “para obtener el mismo efecto, se necesita consumir más”, explica el especialista en adicciones, Ernesto González.

Pero además, si esa persona permanece en una conducta abusiva, pasa a la adicción. Aquí se desarrolla el síndrome de abstinencia: “Estoy bien si consumo, pero enloquezco si no lo hago. En ese punto se ha desarrollado la enfermedad de la adicción. Estamos en presencia de una conducta compulsiva”, describe González.

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