La salud mental: una prioridad

Fuente: milenio.com. OMAR CERVANTES.

Estos días se cumplen dos años de que dio inicio la pandemia por el coronavirus y con ella los cambios y consecuencias directas y secundarias en todos los aspectos relacionados con los seres humanos, incluyendo afectaciones a la salud mental que hoy, a la distancia, es una de las prioridades para atenderse de manera integral. Fue el 11 de marzo de 2020 cuando la Organización Mundial de la Salud hizo la declaratoria de pandemia tras la importación e incremento de casos fuera de China; mientras que en México se tiene el registro que el 18 de marzo de ese mismo año se dio la primera muerte ocasionada por el nuevo virus. En algunos estados y en algunas escuelas, el confinamiento dio inicio justo un día 16 de marzo del 2020, aunque la Secretaría de Salud decretó la declaración de la Jornada Nacional de Sana Distancia a partir del 23 de ese mismo mes y año, con lo que dio inicio el aislamiento social más prolongado y la transformación de nuestras vidas cotidianas en la época actual, al menos que yo recuerde, siendo una persona que nació en 1967.

Aunque algunos estados han pasado de nueva cuenta a semáforo verde y a nivel país llevamos varias semanas en descenso de contagios y muertes, lo que unos interpretan como el final de la pandemia y el inicio de la endemia, que la OMS no ha confirmado, lo cierto es que los expertos aseguran que las diferentes variantes del virus llegaron para quedarse y debemos aprender a vivir con ellas, con las medidas que nos fueron enseñadas en estos largos 24 meses, incluyendo la vacunación, sin entrar en polémica y las medidas de autocuidado y cuidado colectivo. En estos días he leído diferentes testimonios de mucha gente que agradece estar con vida y de cómo, a pesar de todos los daños colaterales en estos dos años, muchos hemos optado por la resiliencia, la aceptación y el deseo de aprender lo que la vida nos plantea, incluyendo situaciones externas que vienen a sacarnos de nuestra zona de confort y a mostrarnos temas que seguramente como humanidad debemos trabajar. Veo también con reconocimiento que los expertos ubican la atención a la salud mental como una de las prioridades que la pandemia nos ha dejado por temas tan diversos como los daños emocionales y psicológicos del largo confinamiento, la pérdida de seres cercanos, los daños en la economía familiar, el desempleo, los efectos del aislamiento, las diferentes fobias que se desarrollaron y, por supuesto, el incremento de consumo de sustancias tóxicas y de conductas adictivas. Tenemos así dos retos inmediatos. Primero el de seguirnos cuidando y aprender a vivir con la presencia de este virus y sus variantes, con todo lo que ello implica. Segundo, reinventarnos y regresar paulatinamente a la nueva normalidad con la mejor fórmula de reinserción social para cada uno de nosotros. Si existen temas de salud mental, es tiempo de atenderlos con profesionales y reconocer que, como cualquier otra enfermedad, éstos requieren atención y tratamiento.

El periodo de pre-matriculación, gratuita y obligatoria, para la próxima edición del MÁSTER DE FORMACIÓN PERMANENTE EN PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS CONDUCTAS ADICTIVAS comienza en abril.

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