Las mujeres, más vulnerables frente al alcohol

enero 11, 2016

“Ellas necesitan ayuda antes que tratamiento. No ser vistas como seres inferiores por su problema adictivo”.

Fuente: Patricia Pérez, Presidenta Más Paz Menos Sida, Asesora ONU Mujeres. www.clarin.com

Esa mañana de julio, una mujer tambaleante intentó cruzar el puente sobre un arroyo de Budge. Caminaba muy ebria y cayó al agua con el cochecito y su hijita de cuatro meses al tratar de bordear el brazo del Riachuelo. Se hunden. La beba fue encontrada sin vida. En Valparaíso, Chile, una joven mujer alcoholizada chocó su auto contra un poste causando heridas a su hija de 6 años. En Zulia, Venezuela, una jovencita de 19 años, luego de pasar dos días bebiendo alcohol, intentó amamantar a su bebé de 28 días, se durmió sobre él y lo asfixió. Tres dramas cotidianos, naturalizados, desapercibidos, que ratifican el alerta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), indicando a los países que más beben en la región: Chile, Argentina y Venezuela. El alcohol tiene un desafío más para las mujeres. Aun en cantidades pequeñas las afecta más que a los hombres.

La OPS, en su reciente informe sobre consumo del alcohol en las Américas, afirma que el aumento del consumo problemático es adjudicable a la alta disponibilidad del alcohol en la región, su bajo precio, la aceptación social y la publicidad. El estudio revela que el porcentaje de hombres que tienen consumos fuertes de alcohol pasó del 18% a casi el 30% y en las mujeres fue del 4,6% al 13%. Contribuyó con la muerte de casi de 300.000 personas en 2014. Más de 80.000 no habrían fallecido sin intermediación del alcohol.

¿Encontraremos aquí un particular indicio agravante de la violencia intrafamiliar y de género que, en el caso de Chile, aumentó un 154% del 2007 al 2014, en Venezuela el 22% según el Observatorio de Violencia y que en Argentina produjo una reacción social con la manifestación del #niunamenos?

Elizabeth Ettore, en su libro Mujeres y alcohol, advierte: “Ellas necesitan ayuda antes que tratamiento. No ser vistas como seres inferiores por su problema adictivo. Se las compara con estereotipos de ‘mujer normal’ usados a veces en tratamientos que van directo al fracaso.”

Pareciera que el alcohol ha nublado la vista de la sociedad y en particular, la mirada perdida de los líderes políticos de la región, que se muestran impotentes frente a los dramas cotidianos que ahogan en alcohol nuestro presente y hacen borroso el porvenir.  ​​

Etiquetas:

Sin comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *