Siete cuestiones para detectar un consumo problemático de alcohol

mayo 13, 2015

Proyecto Hombre presenta sus XVII Jornadas sobre Adicciones “Uso, abuso y adicción. Abordaje integral de la problemática del consumo de alcohol”. El alcohol ocupa el primer lugar como sustancia problemática de consumo en nuestro país, suponiendo un 41% de las personas que llegan a tratamiento en Proyecto Hombre y el 56,6% entre los jóvenes tratados. Una persona consumidora de alcohol tarda una media de 22 años en iniciar el tratamiento.

 

Fuente original: Proyecto Hombre (NdP) |  13/05/2015

 

Con motivo de la presentación de las XVII Jornadas sobre Adicciones “Uso, abuso y adicción: Abordaje integral de la problemática del consumo de alcohol”, la Asociación Proyecto Hombre quiere incidir en que el alcohol es la principal sustancia adictiva en nuestro país.

El alcohol ocupa el primer lugar como sustancia problemática, suponiendo un 41% de las personas que llegan a tratamiento en Proyecto Hombre y el 56,6% de los jóvenes que se tratan en la organización. “Hay que dar mensajes claros a la sociedad que alerten sobre su consumo”, advierte Pedro Pedrero, Presidente de la Comisión de Formación de Proyecto Hombre. “Lo preocupante no son días concretos en que los jóvenes hacen botellón en las calles,  sino el hábito diario que corre el riesgo de ir más allá”.

Respecto a la media de años de consumo, una persona con problema de adicción al alcohol, bien en grandes cantidades bien en cualquier dosis, tarda alrededor de 22 años en iniciar un tratamiento de desintoxicación.

Los síntomas de un consumo problemático

Habitualmente, la dependencia al alcohol se ha definido como un grupo de tres o más síntomas relacionados con la tolerancia y la abstinencia, que aparecen en cualquier momento dentro de un mismo período de 12 meses, siendo leve si se cumplen 2-3 criterios, moderado si son 4-5 y grave si son 6 o más.

En la actualidad, con la aparición de fenómenos como el binge drinking o “atracones de alcohol”,  la cuestión del consumo problemático no tiene que ver sólo con los criterios mencionados anteriormente y sí, cada vez más, con cuestiones relacionadas con la regulación emocional, el ajuste psicológico y las relaciones sociales. En definitiva, con el papel que el alcohol juega en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.

Estas son algunas cuestiones a tener en cuenta para detectar un posible consumo problemático de alcohol:

  1. ¿Has estado alguna vez bajo la influencia del alcohol en una situación que podría haber causado un accidente u otro daño?
  2. ¿Has bebido más de lo que pretendías?
  3. ¿De qué forma tu red social se ve alterada o condicionada por tu relación con el alcohol?
  4. ¿Has usado el alcohol para tapar tu malestar o evadirte de tus problemas?
  5. ¿Cómo afecta el alcohol a tu situación laboral?
  6. ¿Te causa molestias tu forma de beber?
  7. ¿Cómo afecta el alcohol a tus relaciones familiares?

Aunque no está incluida específicamente en los criterios diagnósticos, la necesidad irresistible de consumo llamada “craving” se observa en la mayoría de los pacientes con dependencia al alcohol, según el “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.

Aumenta el consumo y baja la percepción de riesgo

El alcohol es un producto con alta visibilidad social que no genera demasiado coste económico, circunstancia que induce a su adquisición y consumo. Se trata de una sustancia asociada a la obtención de refuerzos sociales inmediatos, que representan estándares de éxito en nuestra sociedad, y lo que puede dar como resultado un consumo continuado y abusivo. En este contexto, una delgada línea es la que separa, en ocasiones, el uso del abuso.

Según el Informe 2013 del Observatorio Proyecto Hombre sobre el Perfil de las personas con problemas de Adicción en Tratamiento , se constata que el 56,64% de los jóvenes que acudieron a los Centros Proyecto Hombre tenían consumos problemáticos de alcohol. Este Informe pone de manifiesto que el alcohol continúa siendo la principal sustancia de consumo en nuestro país, suponiendo el 41% de las personas que llegan a tratamiento de Proyecto Hombre, además de ser la más barata y la de más fácil acceso. Se trata de una sustancia cuya baja percepción de riesgo que tiene la sociedad contribuye a seguir aumentando los niveles de consumo.

Según los datos extraídos del Informe ESTUDES (2012-2013 PNSD) hay que estar alerta sobre la baja edad de inicio de consumo de alcohol, que empieza a los 14 años. Este estudio afirma que la tendencia en el consumo de alcohol presenta un repunte y que en 2013, último año recogido en el Informe, 3 de cada 10 jóvenes se había emborrachado en el último mes, aumentando el porcentaje con la edad. Para que la sociedad entienda el riesgo que supone un consumo continuado de alcohol son necesarios los programas de prevención, especialmente entre los jóvenes.

VII Jornadas sobre Adicciones

En las XVII Jornadas sobre Adicciones de Proyecto Hombre más de 200 profesionales discutirán los días 13 y 14 de mayo cómo abordar la problemática del consumo de alcohol, un consumo extremadamente extendido en la sociedad y aceptado por todos. Las conferencias, talleres y mesas girarán en torno a la importancia de los medios de comunicación en el consumo de alcohol, el papel de la medicina y de la aplicación de la inteligencia emocional en el tratamiento, el abordaje del consumo de alcohol en el ámbito laboral, en la perspectiva de género, la incidencia de la patología dual, casos prácticos de prevención con jóvenes en las aulas y en la calle, investigaciones recientes, etc.

En la rueda prensa han participado: José Oñorbe, subdirector general del Plan Nacional sobre Drogas; y Pedro Pedrero, presidente de la Comisión Nacional de Formación de Proyecto Hombre.

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