​L​OS VIDEOJUEGOS Y EL ABUSO DE INTERNET EN EL PUNTO DE MIRA DE LA NUEVA ESTRATEGIA NACIONAL DE ADICCIONES ​

febrero 14, 2018
El pasado 9 de febrero se aprobó en el Consejo de Ministros la incorporación de un nuevo elemento a considerar: las adicciones sin sustancia. 
De hecho, dentro de este marco se hace especial énfasis en los juegos de apuesta (presencial y online), pero también engloba dentro de las nuevas adicciones derivadas de las tecnologías, como los videojuegos.

¿Esto qué quiere decir? Por un lado, tal y como indica la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), la incorporación de los videojuegos dentro de esta estrategia supone ofrecer una imagen negativa, tanto para la propia comunidad de jugadores como de los desarrolladores y las compañías que hay detrás.

Es más, tal y como recalca la AEVI, la relación entre videojuegos y adicción no está completamente respaldada por la comunidad científica. Incluso se da algún ejemplo de que no hay evidencias ni consenso. Aunque claro, es complicado negar tajantemente que puedan existir casos de adicción… y problemas derivados de estos. Eso sí, como podría pasar con infinidad de actividades de ocio.

Como nota curiosa, merece la pena recordar que algunos estudios señalan que la adicción al sexo está mejor vista que la de los videojuegos.

Según el propio documento oficial que aborda esta estrategia, por lo pronto la inclusión de las adicciones sin sustancia en su ámbito obliga a realizar los estudios pertinentes y diseñar actuaciones encaminadas a la reducción de riesgos y daños las conductas adictivas.

Ahora bien, pese a que en la sociedad moderna existen nuevos tipos de adicciones, como el del uso del teléfono móvil (Nomofobia) o la dependencia de internet (internet addiction disorder o IAD), el mayor problema lo encontramos en la manera de trazar la línea que separa la diversión o el ocio de la propia adicción.

Existen algunas limitaciones en cuanto a los datos que manejamos: las actuales encuestas (y otras fuentes) presentan una limitación en el rango de edad; existen aún datos escasos sobre las adicciones sin sustancia…

Por otro lado, más allá de las consecuencias sociales y de otros ámbitos de este tipo de adicción, no podemos olvidar que este movimiento por parte del Consejo de Ministros no está muy alejado de una de las últimas polémicas de esta industria: ¿se pueden considerar las cajas de botín juegos de azar? Y lo más importante ¿Hasta qué punto se puede exponer a cualquier jugador a estas prácticas? Una respuesta que muchos países están intentando abordar.

Sin embargo, la inclusión de este tipo de adicciones sin sustancia en esta estrategia es un arma de doble filo y tremendamente afilada. La clave está en saber matizar muy concretamente los problemas y los sujetos expuestos. Pero también puede suponer una solución para aquellos que de verdad necesiten asistencia y que se vean expuestos -y superados- por su adicción: según el documento las medidas estarían enfocadas tanto a nivel de difusión como de prevención y reinserción.

Ampliar la oferta y adecuar los servicios y programas (servicios ocupacionales y especialmente de reinserción laboral) a los nuevos perfiles de las personas atendidas (incluyendo las adicciones sin sustancia), al diferente impacto de las adicciones en mujeres y hombres y a las necesidades diferenciales de los drogodependientes de más edad.

De hecho, parte de las estrategias ya están enfocadas a consolidar la incorporación a la red asistencial de la atención a las nuevas adicciones con y sin sustancia.

Tal y como indica el diario El Mundo, Francisco Babín, delegado del gobierno para este plan nacional, indicó que España se une al top ten de los pocos países que incorporan todas las adicciones en una única estrategia. Sin embargo, a veces no es bueno poner todos los huevos en la misma cesta. Por nuestra parte, tenemos muy claro que ser jugador habitual no es una adicción.

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