ADICCIONES SIN DROGAS

Fuente: www.iprofesional.com.

Cuáles son las adicciones más comunes que no incluyen drogas.

La palabra se vincula al uso de sustancias, legales o ilegales, pero la realidad es que hay otros estímulos que pueden fomentar la dependencia.

Cuando alguien dice adicción automáticamente se piensa en el uso de algún tipo de droga o de sustancia nociva para la salud. Podría decirse que se trata del uso «clásico» o más frecuente de esa palabra, pero no es el único.

Hay estímulos, hábitos o conductas que no involucran ningún tipo de sustancia y, sin embargo, pueden calificarse como adicciones porque la clave está en la conducta y no en el elemento alrededor del cual se desarrolla el problema. Se conocen como adicciones no químicas y, por lo general, son comportamientos estándar, que tiene la mayoría de la gente, por lo que no suelen despertar ningún tipo de alerta al principio.Es allí donde radica uno de los principales problemas, porque muchas veces el desarrollo de la adicción pasa desapercibido y se detecta el problema cuando es algo tarde.

¿Quiénes son más propensos a desarrollar este tipo de trastorno?
Tal como sucede con cualquier tipo de afección de la salud, hay algunos factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de este tipo de adicciones. Los vacíos afectivos y la baja autoestima se encuentran entre los principales, ya que quienes los padecen suelen ser altamente vulnerables a llenar ese vacío con otro elemento. Allí es donde ingresa el problema.

Adicción al sexo
Este tipo de trastorno se manifiesta de modo tal que las relaciones sexuales se practican de manera excesiva, promiscua y descontrolada. En general, la persona también presenta problemas de control de impulsos en otros aspectos de su vida, no solamente en la parte sexual. Dado que es una adicción, es una conducta que persiste en el tiempo, a pesar de cualquier consecuencia negativa que pueda traer para quien la padece.

Otro rasgo característico de la patología son los pensamientos relacionados con lo sexual de manera constante, sin buscarlo específicamente. Este problema lleva a que recurra a saciar esos pensamientos con encuentros sexuales, que no siempre son sanos. Las relaciones sexuales con personas desconocidas, el sexo virtual, el consumo de pornografía y prostitución son algunas de las formas más frecuentes. Es importante tener en cuenta que quienes padecen esta adicción suelen tener baja autoestima, que a su vez se reduce más y más a medida que se mantiene en el tiempo.

Adicción a la televisión
El consumo desmedido de programas de televisión, al igual que sucede con los videojuegos, constituye un riesgo severo de dependencia. ¿Por qué? Precisamente, porque lleva a la persona a un nivel de encierro y de hermetismo que después es difícil de romper.

Los individuos más susceptibles de sufrir esta adicción son quienes tienen carácter inestable, carentes de iniciativa, los que se sienten solos o poco realizados, los enfermos depresivos y las personas impulsivas con dificultad de autocontrol.

Además, es clave considerar que los niños en edad escolar son los que con mayor facilidad se vuelven adictos a la televisión, debido a un abuso de la pantalla no tutelado por los adultos. Por eso, siempre hay que intentar brindarles otro tipo de estimulación y diversión, de modo que dediquen su tiempo libre a todo tipo de actividades.

Adicción a la comida
Aunque parezca extraño, hay personas que desarrollan este tipo de trastorno. No se trata de quienes disfrutan mucho de comer o lo hacen en exceso, sino que han desarrollado una conducta obsesiva y patológica respecto de los alimentos.

Es importante tener en cuenta que existen tres comportamientos adictivos relacionadas a la comida. En primer lugar, los ataques de hambre episódicos denominados bulimia, que suelen asociarse a un sobrepeso excesivo. Por otro lado, hay quienes ingieren alimentos de manera excesiva a lo largo del día, en forma de picoteos a deshora o entre las comidas. Por último, el consumo exagerado de un alimento en particular y a escondidas también constituye una conducta de adicción.

El problema se presenta porque, a través de la comida, la persona busca llegar a un estado de relajación y sosiego, encontrar el amor y la satisfacción que no halla en su vida. Lo que sucede, al igual que en la mayoría de las adicciones, es que a partir de esta conducta la persona se ensimisma cada vez más, hasta aislarse casi por completo.

Adicción al trabajo
Este tipo de trastorno tiene como foco una actividad que sistemáticamente exige esfuerzo para el logro de un producto, servicio, reconocimiento o dinero, pero es como la mayoría de las adicciones que son causadas por un objeto o sustancia.

Los síntomas de alguien que tiene este tipo de adicción suelen ser un comportamiento despótico y violento en el hogar y con sus allegados, que contrasta con el perfeccionismo y apariencia favorables con sus compañeros de trabajo.

Por otra parte, se trata de personas que sufren un agotamiento emocional muy alto. En general, tienen síntomas de estrés que llegan, con el tiempo, a impactar negativamente en su capacidad y rendimiento profesionales. Es así que suelen acabar con un trastorno depresivo derivado de su primera adicción y de su incapacidad para cumplir con sus propios objetivos.

Adicción al consumo
Si bien se trata de un trastorno que aún no está reconocido por todos los especialistas, la adicción a las compras constituye un problema para algunas personas. Las principal característica de la afección es la pérdida del control a la hora de comprar; quienes padecen este tipo de adicción suelen comprar numerosos artículos innecesarios o superfluos, que además están repetidos y no suelen ser útiles.

Este comportamiento lleva a que la mayoría hagan, en forma continua, gastos económicos por encima de lo que pueden pagar con sus ingresos. Son muy pocos los casos en los que los ingresos son tan altos que jamás llegan a agotarse.

Otra de las características centrales de este trastorno es que las compras se hacen con el fin de llenar un vacío o compensar algún tipo de sufrimiento, es decir, se usan a modo de terapia.

Es importante considerar que hay factores de riesgo que pueden contribuir a desarrollar la adicción al consumo. Sentirse solo, frustrado y tener autoestima baja son algunos de los más frecuentes.

Adicción al juego
La ludopatía es de las adicciones no químicas más conocidas entre el común de la gente. Tal como sucede con la mayoría de los trastornos presentados hasta el momento, las personas que la padecen buscan en el juego el triunfo que no tienen en su vida o en algún aspecto de ella.

La sintomatología de la ludopatía es claramente identificable, tanto para quien la padece como para su entorno. La preocupación constante por las apuestas, la necesidad de apostar sumas de dinero cada vez más altas y los intentos fallidos de controlar, reducir o detener las apuestas son algunas de las manifestaciones clave de la adicción.
Otro de los síntomas característicos son las mentiras a los familiares o allegados, con el objetivo de ocultar la magnitud e importancia de las apuestas.

Uno de los principales problemas de este trastorno es el endeudamiento que puede llegar a generar. Los ludópatas se desesperan por conseguir el dinero que necesitan para seguir jugando, y no suelen dejar que algo se interponga en su camino. Mientras puedan tratarán de vender objetos de valor que estén a su alcance, pero la mayoría acaba por recurrir a pedir dinero prestado, incluso cuando saben que jamás podrán devolverlo.

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