La desigualdad en las adicciones

Fuente: listindiario.com. Aliany Concepción.

En conmemoración al Día Internacional de la Mujer, el 8M, es bueno recordar que la mayor responsabilidad de los gobiernos a nivel mundial es legislar para todos y todas desde una igualdad de género y la incorporación de la perspectiva de género en todos los ámbitos, según la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, entre otros puntos.

Según la ONU Mujeres, es fundamental la incorporación de una perspectiva de género como: “El proceso de evaluación de las consecuencias para las mujeres y los hombres de cualquier actividad planificada, inclusive las leyes, políticas o programas, en todos los sectores y a todos los niveles. Es una estrategia destinada a hacer que las preocupaciones y experiencias de las mujeres, así como de los hombres, sean un elemento integrante de la elaboración, la aplicación, la supervisión y la evaluación de las políticas y los programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, a fin de que las mujeres y los hombres se beneficien por igual y se impida que se perpetúe la desigualdad. El objetivo final es lograr la igualdad [sustantiva] entre los géneros”.

Según esto, la igualdad de género es el objetivo de desarrollo general y a largo plazo, a través de la perspectiva de género. Pero la desigualdad continúa siendo latente en la sociedad a pesar del compromiso por parte de los estados miembros, que deben velar por la paz desde el respeto para que prevalezcan los derechos humanos de igual manera para todas y todos.

Ya si hablamos de adicciones, de cada cinco personas que piden ayuda para superar una adicción, sólo una es mujer. Según la UNAD, (La red de Atención a las Adicciones) en España, la demanda de mujeres con problemas de adicciones alcanza sólo un 25%, una de las razones es por el estigma social de tener un problema de adicciones en general tanto para el hombre y la mujer, pero para la mujer por su papel de “cuidadora” es mucho más grave aceptar y pedir ayuda por las cargas familiares y por la culpabilidad inconsciente que siente la paciente por ser del sexo femenino, ya que nos educan para mantener la cordura y nunca perder el control.

Sin embargo, si un hombre pierde el control es consecuencia, entre otras cosas, de su estructura biológica producto de su testosterona.

Como mujer y médica afirmo que primero las mujeres también podemos perder el control por cualquier conducta adictiva, esto no es cuestión de género. Es de entender que las adicciones son una enfermedad neurológica y crónica, y que ser adicta no nos hace peores hijas, ni madres, ni mujeres.

El reconocer a tiempo una adicción es fundamental para la recuperación y, sobre todo, pedir ayuda a tiempo, ya que es necesario para todos y todas porque repercute en la sociedad de una manera directa.

El periodo de pre-matriculación, gratuita y obligatoria, para la próxima edición del MÁSTER DE FORMACIÓN PERMANENTE EN PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS CONDUCTAS ADICTIVAS comienza en abril.

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