Seis síntomas de adicción al cannabis

Fuente: lamenteesmaravillosa.com.

¿Qué particularidades tiene la adicción al cannabis? ¿Por qué es quizás más peligrosa que otras muchas? En este artículo queremos hablar de un fenómeno tan presente, como escondido, disimulado y aceptado.

El cannabis es la droga ilícita más consumida en el mundo. Pese a los daños que puede causar a nivel físico y psicológico, su uso está relativamente normalizado, y es que generalmente se subestiman sus riesgos. Concretamente, se ha llegado a pensar que esta es una droga que no genera dependencia; sin embargo, en la actualidad existe un importante consenso sobre la realidad de la adicción al cannabis.

Los datos apuntan a que esta adicción aparece entre el 7 y el 10 % de las personas que han probado la droga alguna vez, y se eleva a una de cada tres personas si hablamos de quienes consumen habitualmente. Además, el riesgo de desarrollar dependencia se incrementa sustancialmente si el consumo se inicia antes de los 18 años, por lo que los adolescentes son especialmente vulnerables.

Desafortunadamente, el uso del cannabis es especialmente prevalente entre la población juvenil. A este respecto, se estima que al menos el 30 % de los jóvenes europeos menores de 25 años han consumido dicha sustancia alguna vez. A la luz de esta realidad, conviene reconocer los síntomas de una posible adicción para actuar lo antes posible.

Síntomas de adicción al cannabis

La adicción al cannabis puede ser especialmente difícil de identificar, puesto que sus efectos negativos suelen ser invisibles durante un tiempo.

Los síntomas físicos pueden no estar tan presentes y la abstinencia tarda un tiempo en aparecer; sin embargo, existen algunos indicios que pueden señalarnos que estamos ante una dependencia de la sustancia:

Necesidad de consumir

Muchos consumidores de cannabis afirman que tienen un control total sobre el consumo. Sin embargo, es frecuente que de manera muy gradual deje de ser así. En este punto, la droga ya no se toma para estar mejor, sino simplemente para no estar mal. Llega un momento en el que la persona llega a sentir que no puede funcionar si no consume.

Incluso, si intenta abandonar el consumo, aparece un síndrome de abstinencia. Al dejar el cannabis de forma brusca y prolongada pueden aparecer síntomas emocionales, físicos y conductuales que solo se alivian al volver a consumir.

Consumo compulsivo

Una vez se ha desarrollado la adicción al cannabis, lo normal es que aparezca la tolerancia y que el consumo se dispare. Esto es, que la droga no solo genere una dependencia, sino que también comience a afectar seriamente a la economía.

Excesivo enfoque en la sustancia y desinterés por el resto

Uno de los indicios más claros de adicción es que el valor del resto de reforzadores desaparezca. Las actividades que antes resultaban placenteras, de pronto se vuelven aburridas, de manera que la persona se pasa el día pensando en los momentos de consumo. También en cómo obtenerla, en dónde conseguirla, en el tiempo que le durará o en cuándo la consumirá.

Esto hace que no preste la suficiente atención a otros aspectos o ámbitos de su vida, que quedan relegados y comienzan a generar desinterés. De hecho, es común que aparezca el denominado “síndrome amotivacional” por el cual se produce un marcado desapego por actividades esenciales y cotidianas.

Las obligaciones escolares o laborales, la vida familiar, las aficiones o la socialización pasan a un segundo plano y toda la atención gira en torno al cannabis.

Abandono del grupo de amigos no consumidores

Si sospechamos que un adolescente puede haber desarrollado adicción al cannabis, este será uno de los aspectos que más nos ayudará a clarificar. Y es que es común que se abandone paulatinamente al grupo de amigos para comenzar a pasar tiempo únicamente con otros consumidores.

Esto está relacionado con el anterior punto en el que la sustancia se ha convertido en el eje central alrededor del cual gira el día a día de la persona.

Problemas de rendimiento cognitivo

El consumo prolongado de cannabis afecta de forma importante al funcionamiento cognitivo. Es común que aparezcan dificultades para concentrarse, problemas de memoria y de aprendizaje y que esto repercuta en el rendimiento escolar o laboral.

Interferencia en la vida diaria

En definitiva, sabemos que estamos ante un problema cuando los efectos negativos del consumo sobre la vida cotidiana son claros y serios, y aun así no es posible dejar la sustancia. Cuando el trabajo, la familia, la salud o el bienestar personal están siendo afectados, y la persona puede percibirlo, pero es incapaz de abandonar el cannabis, se ha desarrollado una adicción.

Pese al elevado consumo de cannabis a nivel mundial y el riesgo real de desarrollo de una adicción, la tasa de consultas por este motivo sigue siendo baja. Afortunadamente, existen intervenciones psicológicas eficaces para manejar la dependencia de la sustancia y recuperar la calidad de vida. Identificar los síntomas de alerta y actuar cuanto antes será clave en estos casos.

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