ASÍ AFECTA LA DROGA ‘PANTERA ROSA’

Fuente: www.infosalus.com.

Toxicidad cardiovascular y problemas psiquiátricos.

El sintagma ‘pantera rosa’ ya no sólo se refiere al personaje de ficción creado por Blake Edwards. Una droga que recibe el mismo nombre, también conocida como cocaína rosa, ‘tucibí’ y la droga de la élite o la clase alta, debido a su elevado precio, últimamente ha ganado notoriedad en España por el aumento de incautaciones de esta sustancia en Usera, Arganzuela o Vallecas (Madrid), además de en zonas del Levante o Cataluña.

Pero, a pesar de que suele calificarse a esta droga como una sustancia ‘nueva’, no lo es. «No es una sustancia muy nueva. Ya lleva muchos años en el mercado», explica en una entrevista con Infosalus el médico internista del Hospital General de Valencia y miembro del equipo del sistema de alerta temprana de Socidrogalcohol, el doctor Benjamín Climent, que agrega que su nombre callejero antiguo era ‘nexus’.

En efecto, se presenta en el mismo formato que la cocaína, en polvo, pero en realidad es un derivado anfetamínico, que a su vez proviene de un grupo «importante» de sustancias: las feniletilaminas, precisa el doctor Climent. Esta, en concreto, pertenece a la serie 2C y el 2CB es la pantera rosa. De ahí el coloquial ‘tucibí’.

«La serie de las 2C son sustancias bastante menos habituales», asegura el experto. Además, «esta sustancia y otras de la serie de los 2C tienen una característica: a dosis bajitas tiene un efecto psicoestimulante, pero si la dosis es más alta sí que pueden ser alucinógenos, tener efectos psicodélicos», apunta el doctor Climent.

Entre sus efectos psicoestimulantes, el experto destaca «euforia, empatía, sociabilidad, energía, sexualidad…». «La gente busca sobre todo el efecto psicoestimulante», especifica el doctor Climent, que entiende que es lo que pretenden los consumidores a nivel recreativo. «Aunque hay gente que no, que son expertos en alucinógenos; pero esa gente normalmente consume en casa porque un efecto alucinógeno muchas veces es incontrolable», expone el doctor del Hospital General de Valencia.

En este contexto, el problema es que los consumidores de esta y otras sustancias no saben realmente qué dosis consumen, lamenta el doctor Climent. «Puedes tener dos comprimidos juntos y no puede tener una dosis y el de al lado otra», precisa el experto, que llama la atención sobre que «muchas veces, en el mercado circulan mezclas». Esta circunstancia hace «complicado» analizar los efectos de las drogas en cuestión, revela el miembro de Socidrogalcohol.

No obstante, el doctor Climent sí indica que «todas estas sustancias como grupo tienen efectos tóxicos simpaticomiméticos». Es decir, «como van a generar una gran disponibilidad, acción y exceso de neurotransmisores como la adrenalina, noradrenalina, serotonina o dopamina, los principales problemas en el organismo que se van a generar serán cardiovasculares», muestra. Entre ellos, el experto cita «hipertensión arterial, síndrome coronario agudo, ictus o hemorragias».

Por otra parte, «en los usuarios habituales pueden aparecer problemas psiquiátricos por el exceso de estimulación, sobre todo por la dopamina», añade el doctor Climent. Pero, «lo normal es que sea en usuarios que han estado consumiendo diferentes sustancias en diferentes momentos de su vida, con lo cual es muy difícil saber de dónde le viene el problema», matiza.

Efectos a corto plazo

El doctor Climent hace hincapié en que estos efectos «pueden ser a corto plazo» y no necesariamente con el paso de los años. «No se trata de pensar en el clásico concepto de sobredosis de droga, no tiene por qué, una persona puede consumir un comprimido o dos de una sustancia de estas y tener un efecto adverso que puede ser mortal; y se ha visto», avisa el experto, que lamenta la baja percepción de riesgo que existe en torno a este tipo de sustancias.

«Una persona, con una dosis determinada, aunque no sabemos esa dosis qué contiene, puede provocarle un evento cardiovascular grave que le puede matar. No se trata de consumo reiterado y continuado ni de sobredosis, sino que una sola sustancia, un solo consumo, puede poner en riesgo muy elevado la salud de la persona que no consume y su vida», insiste el doctor Climent. El experto, además, critica que en los laboratorios sanitarios no cuentan con los medios para identificar los problemas concretos que causa cada sustancia que lleva a alguien al hospital.

«La mayoría de las nuevas drogas psicoativas no se detectan en los análisis habituales, con lo cual los efectos que se puedan ver en una consulta o en un servicio de urgencias, sea un problema del tipo que sea, podemos asociarlo con el consumo de sustancias, pero no podemos demostrar porque en los laboratorios de los sistemas sanitarios no tenemos medios para identificarlas», explica el experto, que lo califica como «un problema serio». Esta, a su juicio, «es una de las asignaturas pendientes para mejorar».

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